El martes fue un día soleado muy agradable que no podía desaprovechar sobre todo en esta época, así que partimos con la Cata y la Ignacia al Parque Bicentenario. Nunca voy para allá pero me sorprendió la cantidad de gente que había y como disfrutaban del lugar que en realidad hay que aprovechar. Hay muy pocos lugares así en Santiago. Se nota que la gente que va para allá es gente que tiene conciencia de lo que es un parque comunitario. Está lleno de perros pero los perros son bien portados y no ensucian. Es poco probable encontrarse con una sorpresa desagradable.
No es por amargada pero me llamo la atención la felicidad de la gente, es impresionante el efecto que tienen las áreas verdes bien mantenidas en las personas.
Les recomiendo que si van a instalarse a pasar el rato lleven un chal o algo por el estilo para sentarse.
Está lleno de niñitos y esta niñita en particular era exquisita! Hasta le posó a la cámara.
S.
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